jueves, 27 de noviembre de 2008

El Móvil

Hemos visto las razones y circunstancias que permiten sospechar de modo razonable que lo que le sucedió al Secretario de Gobernación nos pueden llevar a suponer en la posibilidad de un atentado y no de un “accidente”. Pero no hemos establecido aún un posible móvil. Esto lo haremos a continuación.

Mucho antes de que ocurriera el percance, las relaciones entre Felipe Calderón y la extrema derecha que tiene infiltrado a su partido ya estaban extraordinariamente tensas a raíz de la virtual imposición el 8 de diciembre del 2007 de Germán Martínez Cázares como presidente nacional del Partido Acción Nacional, con la ayuda de un clásico “dedazo” presidencial en el cual Felipe Calderón usó su poder e influencia para lograr la designación de Germán Martínez Cázares, removiendo de dicho puesto al radical neofascista de línea dura Manuel Espino Barrientos -considerado por muchos como el “líder moral” y el vocero de la Organización Nacional del Yunque y demás organizaciones ultraderechistas satélites- quien vió frustradas sus ambiciones de contender para un nuevo período como presidente nacional del PAN. Esta virtual remoción provocó una respuesta furibunda de la cual un libro hecho “al vapor” por Manuel Espino Barrientos fué tan sólo el primer cañonazo. La maniobra de sacar a Manuel Espíno de la presidencia del PAN muy seguramente echó a andar las sirenas de alarma en todas las organizaciones secretas de la ultraderecha de México y los poderes fácticos que hay detrás de ellas. ¿Se sentía Felipe Calderón lo suficientemente fuerte como para no sólo romper definitivamente con la extrema derecha mexicana sino inclusive interponerse entre sus planes? ¿Creía Felipe Calderón poder deshacerse de ellos ahora que ya no le eran necesarios habiendo logrado su sueño de llegar a la Presidencia de la República? ¿Estaba planeando Felipe Calderón inclusive irse en contra de ellos para neutralizarlos quitándoles gradualmente su enorme poderío? Peor aún, ¿estaba preparando Felipe Calderón al funcionario más importante dentro de su gabinete, su Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño Terrazo, como su posible sucesor en la Presidencia de la República en el 2012, amenazando con ello a los extremistas de la ultraderecha que posiblemente ya veían al mismo Manuel Espino Barrientos como Presidente de México? A partir de la fisura que se dió en el 2007, el golpeteo en contra de Juan Camilo Mouriño Terrazo de parte de estas fuerzas encubiertas fue constante sin que se diesen punto de reposo alguno. Dos meses antes del “accidente” en el que perdiese la vida Juan Camilo Mouriño, la extrema derecha mexicana a través de su vocero no-oficial supremo Manuel Espino Barrientos ya había expresado su inconformidad con el Secretario de Gobernación al grado de estarle exigiendo su renuncia, como podemos verlo en la siguiente nota:

Espino exige la renuncia de Mouriño
Álvaro Delgado
Agencia APRO
21 de agosto del 2008

Manuel Espino, expresidente del Partido Acción Nacional (PAN), afirmó que Juan Camilo Mouriño debe renunciar a la Secretaría de Gobernación por debilitar al gobierno de Felipe Calderón, al “promover y permitir” a empresas de su familia hacer negocios en Petróleos Mexicanos.

“Lo que está haciendo como secretario de Gobernación no corresponde a lo que se espera que sea el desempeño de un funcionario público surgido de nuestras filas”, declaró Espino en entrevista publicada hoy por El Diario de Juárez, Chihuahua, donde presentó ayer su libro Señal de Alerta, en el que critica duramente al senador priista Manlio Fabio Beltrones, a quien hoy, en la ciudad de México, acusó de traicionar a Calderón.

Espino, quien preside la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), recordó que Beltrones alentó a Calderón a presentar la reforma de Pemex antes de que lo hiciera el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ofreció impulsarla en el Senado. “Al final del camino, cuando todo mundo esperábamos un dictamen, le dijo al Presidente que su iniciativa no servía, que estaba incompleta, inacabada, que no era lo que el país necesitaba”. Es decir, añadió Espino, Beltrones “traicionó al Presidente, traicionó la confianza que en él tuvieron los mexicanos que tenían la expectativa de esa reforma”. (La reforma, tal y como fue aprobada por consenso mayoritario de los partidos políticos en el Congreso de la Unión, no sólo fue tomada como una traición por Felipe Calderón y por el actual presidente nacional del PAN, sino que por el contrario en sendos promocionales estuvieron felicitando al Congreso y se estuvieron felicitando a sí mismos y al PAN por la aprobación de la nueva Ley, aún a sabiendas de que tales festines incurrirían en nuevas rabietas de Manuel Espino.)

Con tal tono, Espino se expresó de Mouriño en la entrevista publicada en el diario fronterizo,en la que afirma que el secretario de Gobernación descuidó la dimensión ética del PAN al “promover y permitir” que las empresas de sus familias hicieran contratos con Pemex. “Es un asunto al que tiene derecho y es perfectamente lícito, pero no todo lo que es legal es ético”, señaló.

En la entrevista con la reportera Gabrila Minjares, Espino reconoció que el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador logró su objetivo de generar problemas al gobierno de Calderón, al revelar contratos firmados por Mouriño en su calidad de servidor público y que beneficiaron a su familia.

“Digamos que López Obrador metió en problemas al gobierno federal con los señalamientos que hizo y que lamentablemente, al paso de los meses, resulta que se encuentran más contratos. Eso ha debilitado mucho al gobierno, porque uno de los pilares más importantes que en el diseño de nuestro gobierno existe es la Secretaría de Gobernación y hoy parece ser que es uno de los más débiles. Eso naturalmente perjudica al gobierno de Felipe Calderón”, afirmó.

Además, criticó que por la permanencia de Mouriño en la principal dependendia del gobierno federal, el PAN haya tenido que “medio modificar” el concepto del desempeño ético en la política para cuidar al funcionario. Y aunque, aseguró, no cuestiona las razones por las que Calderón sostiene en su cargo al secretario, expuso que “lo ideal sería que lo destituyera antes del proceso electoral de 2009 porque sin duda será un tema muy difícil para el PAN”.

“Ese tipo de cosas me preocupa porque ciertamente pone en entredicho la congruencia de Acción Nacional ahora que está en la responsabilidad de gobierno”, manifestó.

En la entrevista, Espino explicó que entiende que en su momento Mouriño no haya sido destituído porque era una exigencia de López Obrador y de haberlo hecho se hubiera sentado el precedente de que salió por petición del líder perredista.

Sin embargo, señaló, con el paso del tiempo la presencia del funcionario demerita mucho el desempeño del gobierno federal porque sobre él se han centrado la mayoría de las críticas a la administración de Calderón y del PAN, ya que se trata de un gobierno surgido de sus filas.

Espino afirmó que por situaciones como éstas “le carga la viga” a Mouriño en su libro, ya que hay sobradas razones para reclamarle congruencia, y que inclusive esta exigencia la hizo personalmente al secretario, en la sesión del Consejo Nacional del PAN, en León, Guanajuato.

Ya que Manuel Espino habla de “congruencias”, resulta muy incongruente que un individuo como Manuel Espino, con fuertes ligas con la extrema ultra-radical de México y el cual tiene su propia cola que le pisen, se ponga a dar cátedras de ética, aunque esto no es algo inusual en este tipo de gente. El caso es que, como podemos verlo a través de las demandas hechas por Manuel Espino exigiendo la renuncia del Secretario de Gobernación, no debe quedar duda alguna de que Juan Camilo Mouriño Terrazo ya había caído en desgracia ante los ojos de la ultraderecha, precisamente los mismos que con la guerra sucia y muy aliados con Mouriño en el 2006 orquestaron la terrible guerra sucia mediática para impedir el ascenso al poder del izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Y cuando alguien en tales puestos de tal importancia cae en desgracia ante grupos tan poderosos como temibles, las consecuencias pueden ser de pronóstico reservado.

Las exigencias hechas por Manuel Espino fueron emitidas antes de que un nuevo escándalo cimbrara de pies a cabeza al Secretario de Gobernación, un escándalo que tiene que ver con negocios en los que está (o estaba) involucrado su propio padre.

La confirmación sobre la existencia de una seria fisura entre Juan Camilo Mouriño (y por ende Felipe Calderón) y las fuerzas encubiertas de la ultraderecha que están estableciendo en México un gobierno paralelo secreto antes de que ocurriese el extraño accidente la tenemos en la siguiente nota:

Armó el ‘Yunque’ guerra a Mouriño
Horacio Jiménez
EL UNIVERSAL
11 de noviembre del 2008

La exigencia que hizo el presidente Felipe Calderón el domingo pasado a los correligionarios del PAN para dejarse de “envidias y mezquindades”, y “ponerse a trabajar”, tenía dedicatoria: panistas ligados al sector duro que torpedeaban la carrera de Juan Camilo Mouriño.

Fuentes del gobierno federal y del panismo confirmaron a EL UNIVERSAL que esta llamada de atención iba dirigida al grupo de los llamados duros del partido, mejor conocido como el Yunque.

Distintos líderes de la oposición revelaron a este diario que el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, “se quejó” en varias ocasiones y en diferentes encuentros de que el grupo más radical del blanquiazul promovía una campaña de desprestigio en su contra.

Esta campaña, comentaron, era con el objetivo de que Mouriño Terrazo dejara Bucareli y con ese fin alentaban mensajes en los que se presumía su salida.

Por ello, agregaron, surgieron versiones de que el hombre más cercano a Calderón abandonaría Gobernación para buscar la coordinación de los diputados del PAN o la gubernatura de Campeche.

En el homenaje que realizó el PAN a Juan Camilo Mouriño, muerto hace una semana al desplomarse el avión en que viajaba, Calderón pidió a los panistas ponerse a trabajar para no perder elecciones. Exhortó además a “dejar atrás la envidia que tanto sufrió él (Mouriño)”.

En este homenaje la diputada campechana Nelly Márquez, muy cercana a Juan Camilo Mouriño, fue la primera oradora.

En 2006 Márquez estaba en la lista de candidatos a diputados por Campeche; sin embargo, el líder del PAN en ese entonces, Manuel Espino, decidió excluirla y colocar al ahora diputado federal Juan José Rodríguez Prats.

Ni Espino ni el ex presidente Vicente Fox asistieron al homenaje al ex titular de Gobernación.

Respecto al mensaje del Presidente, el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, dijo que fue un discurso de “ánimo”.

El mandatario “anima a los panistas a conducirse en orden, en disciplina, en unidad, para encarar los retos electorales que tenemos el año que entra”, mencionó en entrevista radiofónica.

En el Senado, el presidente de la Mesa Directiva y coordinador del PAN, Gustavo Enrique Madero, consideró como un exhorto muy ad hoc al momento que vive su partido, el llamado a dejar de lado ruindades y mezquindades.

En San Lázaro, el coordinador de los legisladores panistas, Héctor Larios, no escuchó regaños, sino un discurso alegre, mientras que el legislador Juan José Rodríguez Prats percibió recomendaciones acertadas para todos.

La rivalidad manifiesta que hizo crisis en los meses de septiembre y octubre del 2008 entre la extrema derecha encubierta y el Secretario de Gobernación designado por Felipe Calderón no siempre fué así. De hecho, en el 2006 estuvieron muy unidos en la campaña para detener la carrera del izquierdista Andrés Manuel López Obrador hacia la Presidencia de la República, sobre todo al haber fracasado la maniobra del desafuero con la cual se intentó detener a López Obrador en una forma por demás burda. En aquél entonces estaban muy unidos, eran uña y carne, y Felipe Calderón aceptó gustoso la “ayuda” que estos grupos siniestros le proporcionaron para llevarlo a la Presidencia que hoy ocupa. De ello ha hablado ya Spectator en trabajos previos. El error de Calderón fue haber creído que se iba a poder liberar de la presencia de estas fuerzas siniestras o que al menos podría controlarlas e inclusive neutralizarlas de alguna manera. No fue capaz de darse cuenta de que, como parte del legado de su antecesor -el mismo Vicente Fox que no asistió al homenaje que se le rindió en el PAN a Camilo Mouriño-, una amplia gama de puestos claves dentro del gobierno federal están ocupados hoy por un verdadero ejército de personajes siniestros que el pro-Yunquista Vicente Fox estuvo metiendo pacientemente a lo largo de seis años sin que hubiera nada que lo detuviera, y desmantelar esta estructura no es posible en cuestión de unas cuantas semanas o meses, y ello suponiendo que a todos estos tipos que se manejan de manera clandestina se les tuviera perfectamente identificados, lo cual no es el caso. De no haberles sido posible a los poderes fácticos que hoy gobiernan a México desde las sombras impedir que López Obrador llegase a la Presidencia de la República en el 2006, posiblemente López Obrador ya habría iniciado a los pocos días de haber tomado posesión una “purga” para empezar a sacar de todos los puestos clave del gobierno a todos los agentes encubiertos de las sociedades secretas de la ultraderecha mexicana que están estableciendo un gobierno paralelo secreto con agendas secretas (aunque es posible que antes de que ello ocurriera el avión presidencial con todo y la protección del Estado Mayor Presidencial se habría venido abajo en circunstancias tan extrañas como se vino abajo el avión de Juan Camilo Mouriño Terrazo). A estos tipos Felipe Calderón no se los va a poder quitar de encima ni hoy ni mañana ni lo que le resta del sexenio.

Regresando al “extraño accidente”, faltando unos cuantos días para que este lamentable percance ocurriera Felipe Calderón usando la fuerza de su investidura presidencial ya le había enviado señales fuertes y claras a los temibles adversarios de Juan Camilo Mouriño de que no sólo no pensaba removerlo de su puesto atendiendo los reclamos del Yunquista Manuel Espino, sino que lo iba a retener a su lado hasta el final de su sexenio. En pocas palabras, Juan Camilo Mouriño sólo podría ser removido del gabinete presidencial estando muerto. Veamos la siguiente nota:

Blinda PGR a padre de Mouriño
Jorge Escalante
Agencia Reforma
30 de octubre del 2008

Distrito Federal— En un hecho insólito, la Procuraduría General de la República promovió un amparo que logró impedir al IFAI tener acceso a documentos del Reino de España, relacionados con una supuesta investigación por lavado de dinero contra el padre de Juan Camilo Mouriño.

Adrián Franco Zebada, coordinador de Asuntos Internacionales y Agregadurías de la Subprocuraduría Jurídica de la PGR, consiguió que una juez federal suspendiera la entrega de dichos documentos al IFAI, instancia que sólo quería revisarlos para determinar su reserva o publicidad.

La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información señala que las instituciones del Gobierno Federal deben proporcionarle a los comisionados del IFAI toda la información que sea solicitada, por lo menos para que revisen si es factible o no su difusión.

La decisión de la PGR hizo estallar la paciencia de los comisionados, ya que incluso el propio presidente del instituto, Alonso Lujambio, acusó a la Procuraduría de “chicanear” la Ley Federal de Transparencia mediante un amparo que calificó de “aberrante”.

“Es aberrante, porque se aleja subrayadamente del margen de la ley, la ley es clarísima cuando dice que los comisionados del IFAI pueden tener acceso a la documentación para tener elementos para emitir un juicio.

“Decir que si le enseño al comisionado el documento, acto seguido se estará perdiendo el carácter de reservado, es una tontería del tamaño de una catedral”, expresó Lujambio, no sin disimular la irritación.

El comisionado ponente de este asunto, Juan Pablo Guerrero, hizo énfasis en que esta es la primera vez que la PGR presenta un amparo contra el sólo hecho de exhibir esos documentos al IFAI, lo cual no implica que esa información deba ser pública.

“Esta es la primera vez que ocurre ¿en qué caso ocurre? nada más y nada menos que en el de una supuesta investigación por blanqueo de capitales de un señor de nombre Manuel Carlos Mouriño Atanes”, dijo Guerrero.

Los comisionados externaron su molestia por el hecho de que la actitud de la PGR sólo expresa “una profunda desconfianza a este instituto que definitivamente no merece” y recordaron que nunca un comisionado ha filtrado a terceros información.

Lo que también les causó preocupación es que, después de 5 años de criterios judiciales sobre la materia, la Juez Cuarto del Distrito Administrativa en el DF, María Guadalupe Rivera González, otorgara la suspensión provisional y luego la definitiva al funcionario de la PGR.

Guerrero originalmente planteó en su ponencia ordenarle a la PGR hacer pública la información sobre el padre de Juan Camilo Mouriño.

Pero debido a que el IFAI no pudo conocer la documentación y, por tanto, tampoco tuvo elementos de juicio para resolver la publicidad o reserva de la información, decidió aplazar la votación de este asunto.

El caso hoy deliberado en el pleno del IFAI, deriva de una solicitud de información donde se requirió a la PGR los documentos que le entregó España a Carlos Miguel López Torres, de la Agregaduría de la PGR en Madrid, sobre una supuesta investigación a Manuel Carlos Mouriño Atanes por “blanqueo de capitales”.

La razón por la cual el hecho citado por la nota era inusitado es porque, en el sistema de jurisprudencia de México, los hampones y los delincuentes son los que a través de sus abogados tramitan amparos federales en contra de dependencias como la PGR para evitar ir a prisión. Lo que es inusitado, por no decir bizarro, es que sea precisamente una dependencia federal como la PGR la que tramite un amparo federal con el obvio propósito de proteger a un presunto delincuente, y no cualquier delincuente sino nadie menos que el padre del Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. Sumando una cosa extraña a otra, lo que se intentaba aquí era inutilizar por completo las facultades del Instituto Federal de Acceso a la Información siendo que fue precisamente el primer gobierno federal panista de Vicente Fox el que por largo tiempo y cada vez que podía no paraba de alabar el hecho de que, ahora sí, ¡vean todos los mexicanos!, bajo el PAN todo sería transparencia, ya no habría encubrimientos ni ocultamientos de información.

Al día siguiente, la Agencia Reforma dió seguimiento a la anterior noticia con el texto que tenemos a continuación:

Padre de Mouriño 'hizo de la nada' 38 empresas
Agencia Reforma
31 de octubre del 2008

Distrito Federal— El Reino de España quiso conocer cómo, en menos de 20 años, Manuel Carlos Mouriño Atanes edificó una gran fortuna en el país ibérico.

Datos de la Interpol de España confirman que, en coordinación con el Ministerio de Hacienda, se investigó en 2003 a Mouriño Atanes,” para conocer el origen de la prosperidad y operación de sus empresas”.

Oriundo de Vigo, el padre del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, arribó a México en 1984 en condiciones económicas precarias, de acuerdo con las investigaciones.

Actualmente, Mouriño Atanes es dueño de 38 empresas de las más variadas actividades; entre ellas, una red de gasolineras en México, y en territorio español tiene al menos cuatro compañías, y además es presidente del equipo de futbol Celta de Vigo, donde es accionista mayoritario.

Lo anterior resultó inexplicable para las autoridades españolas.

En México, también en 2003, la PGR inició una investigación sobre las actividades financieras de Mouriño Atanes, por lo que solicitó a las autoridades de España información sobre el posible “blanqueo” de dinero cometido por el empresario en ese país.

La Brigada de Delitos de Blanqueo de Capitales del Banco de España apoyó a la PGR en su investigación.

Mouriño Atanes realizó inversiones millonarias en España a través de nueve empresas en las que es dueño y accionista. Destacan Co-texsant, Prefabricados de Puentes, Inverhismex, Prefabricados Tecnológicos de Hormigón, Sabancuy, R.M.S.L., Expugil, Cotexmur, Campetón, y Construcciones Exisa.

Prefabricados de Puentes, una empresa dedicada a la construcción, inició con un capital de 30 mil euros y su valor se elevó a 5.6 millones de euros en apenas tres años, de 2000 a 2003.

En México, Grupo Energético del Sur (GES), es una de las empresas más importante de Mouriño Atanes, y aglutina gasolineras en territorio de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas.

Además, la actividad política ha ido de la mano de los negocios de este exitoso empresario español de 64 años.

En 2000, Mouriño Atanez recaudó fondos entre empresarios para impulsar la organización Amigos de Fox en Campeche, durante la precampaña y la campaña presidencial de Vicente Fox.

En 2000 regresó a España, donde su nombre figura en el registro mercantil español como titular de cuatro compañías y accionista de otras 11, relacionadas con el sector inmobiliario y de la construcción.

Las columnas de distintos diarios españoles lo califican como un empresario discreto, pero muy ambicioso.

Entregará PGR datos al IFAI— La PGR desistió ayer de su pretensión de “blindar” documentos enviados por España, relacionados con una supuesta indagación por lavado de dinero a Manuel Carlos Mouriño Atanes.

Adrián Franco Zebada, coordinador de Asuntos Internacionales de la subprocuraduría Jurídica de PGR, se desistió del amparo con el que impidió que el IFAI pudiera acceder a esos documentos, para valorar su publicidad.

Al mismo tiempo, la Procuraduría adelantó que hará entrega de dicha documentación al IFAI, porque aseguró que ya tiene la autorización del Reino de España para hacerlo.

La PGR ha informado que no indaga a Mouriño Antanes y que los documentos que le entregó España desde 2003 establecen que no existe en ese país ninguna investigación por lavado en su contra, aunque aceptó que pidió información al respecto como parte de una “solicitud policial”.

De acuerdo con información del IFAI, Franco Zebada presentó su desistimiento del amparo ante la Juez Cuarto del Distrito Administrativa en el DF, María Guadalupe Rivera González, misma que le había otorgado las suspensiones provisional y definitiva.

Aunque el amparo está previsto sólo para particulares que reclaman autos de autoridad, no para instituciones, la PGR recurrió a una demanda de esa naturaleza para frenar el acceso del IFAI a un reporte de España respecto a si había o no investigaciones contra Mouriño padre.

La Procuraduría presentó dicho recurso pese a que la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información señala que el Gobierno federal debe proporcionar a los comisionados del IFAI toda información solicitada, para revisar si es factible o no su difusión.

El desistimiento de esta demanda viene precedido de las protestas que manifestaron comisionados del IFAI, quienes calificaron de “aberrante” el amparo de la PGR, y establecieron que probablemente lo hicieron por tratarse del padre de un secretario de Estado.

El simple hecho de renunciar al amparo otorgará al órgano de transparencia acceso a los documentos que entregó el reino de España a la Procuraduría.

Hasta ayer, la PGR había negado el acceso a estos documentos, tanto a un particular como al IFAI, con el argumento de que hacerlo afectaría las relaciones internacionales y la confianza que debe tener un Estado con otro, para garantizar la confidencialidad de ciertas informaciones.

Un Presidente revestido de legitimidad, con la voz de la autoridad que sólo le puede dar el mismo pueblo, no tendría problema alguno en pedirle al Secretario de Gobernación su separación temporal de su cargo aunque fuese su gran amigo de todas sus confianzas ordenando al mismo tiempo una investigación a fondo del asunto en colaboración con las autoridades españolas, sin ocultarle nada al pueblo de México. Pero como ya se ha afirmado en otros trabajos previos, Felipe Calderón está virtualmente ahorcado, asfixiado por los numerosos compromisos de campaña que contrajo para poder llegar a la Presidencia, varios de ellos conflictivos. No se pondrá aquí en duda que tal vez en otros tiempos haya tenido las intenciones para desempeñar de la mejor manera posible su papel como Presidente de México. Desafortunadamente, cuando se tienen tantos compromisos y cuando hay tantas facturas políticas a pagar, las buenas intenciones no bastan, y de hecho no sirven para nada.

Lo importante aquí es que cuando por los problemas que estaba enfrentando su padre, Juan Camilo Mouriño estaba bajo una presión enorme para abandonar su cargo, una presión en la cual las fuerzas encubiertas del gobierno paralelo secreto que se está instalando en México tienen mucho que ver como lo dejó muy en claro el Yunquista Manuel Espino, Felipe Calderón ni removió a Juan Camilo Mouriño de su puesto ni le pidió su renuncia sino que por el contrario le ratificó su apoyo, enviando con ello un mensaje clarísimo a los enemigos de Juan Camilo Mouriño de que éste no saldría de su cargo como Secretario de Gobernación bajo ninguna circunstancia. Y mientras tanto, con la economía del país hundiéndose, la inseguridad llevando al país a un estado de crisis y el desempleo en aumento agravado con una devaluación del peso del 40 por ciento, seguramente los mismos extremistas de la ultraderecha que ayudaron a Felipe Calderón a llegar a donde está veían ya con suma preocupación el muy posible voto de castigo en las elecciones para la renovación del Congreso de la Unión en el 2009, un voto de castigo propinado por un pueblo defraudado con una vil guerra mediática en la que se le estuvo repitiendo sin cesar que votar por el izquierdista López Obrador llevaría a México a la crisis, al desempleo y a la devaluación, justo lo que hoy está ocurriendo en el México gobernado por las derechas y ultraderechas. La pérdida total del poder es a fin de cuentas lo único que realmente le preocupa a los ultraderechistas que están enquistándose dentro del gobierno de México, un poder que les ha costado muchos años y mucho trabajo consolidar en sus manos, sobre todo en el peor momento posible, justo cuando sus planes, sus hombres clave y su propaganda están siendo desenmascarados ante el mundo entero. Al empezar el mes de noviembre, estaban ya conscientes de que la única manera en la cual Juan Camilo Mouriño podría ser removido era con su muerte. No había otra manera de quitarlo del camino. Y el extraño accidente ocurre justo el 4 de noviembre del 2008, apenas cuatro días después de la última embestida que Juan Camilo Mouriño recibiera en vida, coincidiendo con las históricas elecciones presidenciales en los Estados Unidos que podían servir para desviar convenientemente la atención. Para los grupos de la extrema derecha, era más que claro a estas alturas que Felipe Calderón no iba a remover a Juan Camilo Mouriño Terrazo de su puesto como Secretario de Gobernación bajo ningún motivo y bajo ninguna circunstancia. La única forma en la cual podía ser removido permanentemente de su cargo antes de que su permanencia en el mismo pudiese constituír un estorbo para la permanencia continuada del PAN en el poder así como los poderosos intereses económicos con los cuales está asociada hoy esa extrema derecha era por la vía de una solución final típica de las soluciones a las que son afectos estos grupos cuando todo lo demás les ha salido mal.

De éste modo, fijadas las posiciones de ambos bandos, a las razones que había para quitar del camino al estorboso Juan Camilo Mouriño Terrazo recuperando con su remoción al menos en parte un control sobre la Presidencia de la República, se suman las que ya se han mencionado anteriormente: el Secretario de Gobernación viajaba sin escolta personal de protección, viajaba en un jet privado sin supervisión alguna de parte del Estado Mayor Presidencial, iba a viajar acompañado por otro funcionario importante de la PGR que ya había sido amenazado por el crimen organizado y el viaje iba a llevarse a cabo justo en el mismo día en que parte de la atención nacional estaría desviada hacia las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, siendo el día ideal para llevar a cabo un atentado justo cuando nadie se esperaba un atentado haciéndolo pasar como un accidente en el cual los pilotos eran el eslabón más débil de la cadena, entonces si la pregunta fuera ¿por qué un atentado ése día? la respuesta obvia sería ¿por qué no? Indudablemente, incurrir en estos extremos requiere de una buena dosis de osadía y cinismo, como también se requiere lo mismo para pretender darle al pueblo de México una nueva repetición de la guerra sucia mediática del 2006 para atornillar al hoy partido oficial un tercer sexenio a partir del 2012 sin pretender soltar el poder “democráticamente” ni ahora ni nunca. Ya han demostrado en el pasado de lo que son capaces. Y lo seguirán demostrando cuantas veces sea necesario.

Si la muy conveniente muerte de Juan Camilo Mouriño tenía por objeto recuperar posiciones perdidas, esto se logró a plenitud cuando Felipe Calderón removió a César Nava como su Secretario Particular y nombró en su lugar a Luis Felipe Bravo Mena, uno de los más prominentes miembros de la ultraderechista Organización Nacional del Yunque, y les compensa con creces a los ultraderechistas la “ofensa” de haberse utilizado la investidura presidencial para remover de la presidencia nacional del PAN al “líder moral” del Yunque Manuel Espino Barrientos poniendo en su lugar al panista Germán Martínez Cázares que no era miembro juramentado de sociedad secreta ultraderechista alguna. La militancia de Luis Felipe Bravo Mena en el Yunque está fuera de toda duda, de esto hay ya numerosos testimonios independientes acumulados. En una muestra clara de una Presidencia cautiva, acotada por las circunstancias, el Yunque acaba de escalar hasta la más alta posición cercana a la Presidencia. No se puede llegar más alto que ésto.

El nombramiento de Luis Felipe Bravo Mena como Secretario Particular de la Presidencia ensombrece al país con los más negros augurios que se puedan esperar de una situación como ésta, por el hecho de que para poder llegar al Presidente de México con el fin de arreglar o tratar cualquier asunto primero hay que pasar por el Secretario Particular del Presidente. Esto significa que nadie podrá llegar al Presidente de México sin el visto bueno de la Organización Nacional del Yunque, y los cerebros juramentados dentro de dicha organización estarán al tanto de todo lo que estará sucediendo de aquí en adelante en las más altas esferas del gobierno federal.

A la luz de la muerte del Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, ¿cuál es la situación actual de Felipe Calderón ante la extrema derecha que tiene infiltrado a su partido, que tiene infiltrado a su gobierno, y que tiene acceso a una cantidad extraordinaria de recursos económicos a través de los mismos plutócratas que abrieron generosamente sus billeteras en la campaña presidencial del 2006? Si alguna palabra se puede utilizar para describirla, dicha palabra es lamentable. Muerto su brazo derecho, muerto Juan Camilo Mouriño que tardíamente se percató de la amenaza que se cernía sobre el gobierno calderonista, Felipe Calderón en realidad no sabe ahora en quién confiar. Pese al hecho de haber instalado al Yunquista Luis Felipe Bravo Mena como su Secretario Particular tratando de congraciárselos, cualquiera de ellos que hoy le proclame lealtad eterna puede ser muy bien un juramentado de la extrema derecha que no vacilará en traicionarlo y clavarle un puñal por la espalda si consideran que tal cosa es necesaria en sus planes y proyectos a largo plazo. Si quiere recurrir al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) para identificar a sus enemigos internos, lo más probable es que dichas investigaciones caerán en manos de gente metida allí por el pro-Yunquista Vicente Fox y por funcionarios como Carlos María Abascal Carranza -hijo del ultraderechista sinarquista de línea dura y reconocido antisemita Salvador Abascal, por cierto acabando de recibir el primero un Doctorado Honoris Causa de manos de la mismísima Universidad Anáhuac ligada a la derecha ultraconseradora de México y de la cual Spectator ya dijo algo en su momento-. Y si Felipe Calderón quiere recurrir a la Procuraduría General de la República para obtener ayuda y apoyo para enfrentar este serio problema, posiblemente quedará en las mismas. Tampoco las fuerzas armadas de la Nación están en condiciones de poder ayudarlo, no sólo porque están enfrascadas en una debilitante guerra contra el narcotráfico que parece no terminar nunca, sino porque el Ejército está preparado para combatir en contra de otros combatientes que al menos dan la cara, no en contra de un ejército invisible sin rostro. ¿Y qué decir de los norteamericanos? ¿Lo podrán ayudar los servicios de inteligencia norteamericanos? ¡Ni siquiera fueron capaces de anticipar o preveer el auge de la Organización Nacional del Yunque como tampoco fueron capaces de descubrir a tiempo lo que se estaba gestando dentro de la Universidad Autónoma de Guadalajara! En cierta forma, Felipe Calderón muy posiblemente está sintiendo ya lo que sienten aquellos estudiantes de la Universidad Autónoma de Guadalajara que aún no han sido reclutados dentro de la organización ultraderechista secreta “Tecos” y que sienten la presencia de “alguien” siguiéndolos de cerca todo el tiempo sin poder precisar a ciencia cierta de quién se trata. Tal vez es ahora cuando Felipe Calderón se dá cuenta de que está mucho más sólo de lo que se imaginaba en la oficina presidencial. Y si trata de congraciarse con sus ahora adversarios no ganará nada porque a esta gente fanática y aferrada incapaz de entrar en razones no se les puede dar gusto con nada. Si hoy les hace un llamado para dejarse de “envidias y mezquindades”, y “ponerse a trabajar”, esto les entra por un oído y les sale por el otro. Aunque instale a Manuel Espino como su Secretario de Gobernación después de haber instalado a Luis Felipe Bravo Mena como su Secretario Particular, ello no les será suficiente, no les bastará. Aunque apoye desde la Presidencia el lanzamiento de alguno de los dueños de la Universidad Autónoma de Guadalajara para las gubernaturas de Jalisco y de Colima para que desde allí puedan atornillar directamente a su gusto a los jaliscienses y a los colimenses sin tener que hacerlo a través de terceras personas como Emilio González Márquez, ello tampoco les será suficiente. Aunque les regale concesiones y los colme de consideraciones, nada de les será suficiente. Siendo la vía del diálogo un recurso imposible de utilizar con los cabecillas y los militantes de las sociedades secretas de la ultraderecha de México que siguen expandiéndose como un hongo venenoso, no queda más remedio que hacerles frente, aunque las consecuencias de hacerles frente puedan terminar resultando fatales.

El lunes 10 de noviembre del 2008, el Presidente Felipe Calderón dijo públicamente que estaba dispuesto a considerar cualquier hipótesis sobre el incidente en el cual perdió su vida su Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. Sus palabras textuales fueron (Agencia Reforma, 10 de noviembre del 2008):

“Desde la noche misma de este fatal suceso, el Gobierno ha estado abierto a cualquier tipo de hipótesis, no obstante, las enormes especulaciones que, por razones obvias, se pudieran hacer del caso.”

En este trabajo Spectator le ha tomado la palabra a Felipe Calderón atendiendo su llamado, y le ha presentado tanto a él como al pueblo de México una hipótesis junto con las argumentaciones de índole técnica sobre las cuales está fundamentada, una hipótesis que ciertamente amerita una revisión. Por terrible que sea la hipótesis de un atentado premeditado y deliberado en los términos que aquí se señalan, esta es una posibilidad que debe ser explorada y considerada. Aunque se trate de algo que se acerca lo más posible que podamos concebir a lo que llamamos un crimen perfecto, si en efecto el percance se trató de un atentado podemos suponer que no sólo se trató de una bien planificada ejecución con una sofisticación de alto nivel que pondría verdes de envida a todos los capos del narcotráfico, sino que los perpetradores del atentado andan todavía por allí moviéndose en aras de sus propios intereses que a fin de cuentas es lo único que les importa. A estos es a los que ultimadamente habría que mandar llamar a cuentas.

Si el Presidente Felipe Calderón desea una lista de sospechosos, la puede encontrar aquí mismo en los otros trabajos de Spectator. O posiblemente ya sabe de quiénes se trata. Sin embargo, se le recuerda que con todo y que sea el Presidente de México, esta es gente extraordinariamente peligrosa cuyo fanatismo y su forma encubierta de actuar los convierte en uno de los más grandes peligros que enfrenta México, a la par con el narcotráfico. Son alacranes, y no hay razón para esperar nada bueno de ellos en ningún momento. Si el Presidente duda qué tan amplio pueda ser el poder de penetración de las organizaciones desde las que opera esta gente, tal vez le convenga meditar en el hecho de que nadie menos que el neo-fascista Gonzalo Leaño (sí, se trata de uno de los Leaño dueños de la Universidad Autónoma de Guadalajara en donde opera el cerebro de la poderosa organización secreta de ultraderecha Tecos), en representación del periódico Ocho Columnas de Guadalajara, Jalisco, forma parte de la Junta de Directores para el período 2006-2009 de la Sociedad Interamericana de Prensa, ¡precisamente el mismo organismo internacional basado en Miami encargado de velar por la libertad de prensa y la libertad de expresión en el continente americano! (Spectator aprovecha la ocasión para recordarle al Teco Mayor Gonzalo Leaño que no hay memoria de país alguno gobernado por nazis, fascistas o pro-fascistas en el cual haya habido plena libertad de prensa y libertad de expresión, y si en alguna parte en México se aplasta sin piedad alguna cualquier intento de libertad de expresión es precisamente dentro de la universidad de la cual el periódico Ocho Columnas actúa como su medio desinformativo por excelencia. Spectator ya tiene acumuladas demasiadas historias de horror de personas que pasaron por esa universidad cuyo periódico jamás ha publicado una sola de ellas por razones más que obvias). Y, se repite, estos son los “próceres” mexicanos que dizque están allí metidos en la Sociedad Interamericana de Prensa para “luchar” por la libertad de prensa y la libertad de expresión (¿?), aunque cualquier mexicano común y corriente diría que estos tipos están allí más bien no sólo para poder sabotear o interferir desde dentro de la SIP con cualquier investigación o denuncia en la cual se les señale a estos como presuntos implicados en algún homicidio o atentado sino también para luchar en aras de sus propios intereses y por su propia descarada impunidad escondiéndose detrás de organizaciones internacionales derechohumanistas que desconocen lo que estos tipos realmente son y representan.

Suponiendo válida la hipótesis de que lo sucedido fue consecuencia directa de un atentado planificado por gente ansiosa de remover del camino a un Juan Camilo Mouriño que ya les estaba resultando un serio estorbo, nada daría más gusto a Spectator que tener el tiempo disponible para ayudarle a Felipe Calderón a través de las vías de investigación que aún son posibles para ayudarle a identificar a los que dieron la orden de matarle a su amigo. Sin embargo, dadas las circunstancias actuales esto no es posible porque Spectator ya tiene bastante con tener que andarle siguiendo el rastro a los mismos que han estado siendo denunciados aquí desde que se publicó el primer trabajo de Spectator el 18 de mayo del 2006 además de tener que estar remando en contra de la corriente frente a medios desinformativos como Ocho Columnas y TELEVISA. Felipe Calderón no lo está haciendo, y alguien lo tiene que hacer, habido el hecho de que los llamados de atención que el Señor Presidente les haga a este tipo de gente como el que les hizo (sin mencionarlos de nombre) el 9 de noviembre del 2008 no servirán de nada. Además, Juan Camilo Mouriño ya está muerto, no hay nada que Spectator pueda hacer por él. Más importantes son los vivos, y es a ellos a quienes se debe dar la más alta prioridad dentro de la extenuante lucha que está siendo emprendida por Spectator sin ninguna ayuda ni colaboración de parte de ninguna de las instancias oficiales en México que deberían estar haciendo algo para la neutralización total de una terrible amenaza nacional.

Si el extraño accidente en el que perdió la vida Juan Camilo Mouriño no fué más que eso, un accidente, entonces no hay nada más que decir al respecto y habrá llegado la hora de dar por cerrado el expediente y darle una vuelta a la hoja. Pero si el extraño accidente fue de hecho un extraordinariamente bien planificado atentado, de cualquier manera tal vez lo mejor será dejarlo como un simple “accidente”, porque de lo contrario se corre el riesgo de abrir un nuevo frente de guerra en un momento en el que la lucha contra la delincuencia organizada ya está causando estragos en todo México. Y a diferencia del narcotráfico, la guerra sería en contra de individuos encubiertos, sin rostro, muy posiblemente laborando en los más altos puestos del gobierno federal a la vez que fingen ser “amigos”. A ésto es a lo que hemos llegado por haberle permitido florecer y prosperar a los creadores de esta terrible amenaza.

Por lo pronto, bien haría Felipe Calderón en instruír a los miembros de su gabinete que le quedan y en los cuales crea que puede confiar en extremar precauciones asegurando en los términos más enérgicos posibles a los pilotos de las aeronaves en las que se movilizan de reportar cualquier cosa que consideren anormal por insignificante que parezca, y sobre todo de abstenerse de ingerir cualquier cosa (una limonada, un chocolate, un “mazapán”, un “taquito” de buche, etc.) que les ofrezca cualquiera así se trate de uno de sus mejores "amigos" o una hermosa edecán por lo menos unas cinco horas antes de emprender cualquier vuelo. Spectator no quisiera regresar con un Post Scriptum a este artículo con el consabido “se los dije”.



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POST SCRIPTUM:


Poco tiempo después del “accidente” que mató a Juan Camilo Mouriño apareció publicada la siguiente nota:

Interpone amparo taller de Learjet 45
Agencia Reforma
10 de diciembre del 2008

Dicen que no existen indicios de que vinculen al taller de Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva con el accidente aéreo.

Jesús Rangel, dueño del taller que daba mantenimiento al LearJet 45 que se desplomó el 4 de noviembre y que fue suspendido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) interpuso un amparo en contra de esa acción. Su abogado, Víctor Montes, argumentó que no existen indicios de que vinculen al taller de Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva con el accidente aéreo.

“¿Por qué nos castigan como taller aeronáutico si nosotros no tocamos la aeronave por última vez?, le hicieron un servicio de mantenimiento mayor en Houston, Texas y el avión regresó en óptimas condiciones, le revisaron todo”, indicó en entrevista.

De acuerdo con el abogado, el 27 de noviembre la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) notificó a la empresa su suspensión, la cual interpuso un recurso de revisión ante la SCT, que fue revocado a los cuatro días.

Por ello, la empresa que opera en el aeropuerto de Toluca no puede funcionar hasta que el juez no defina si la suspensión que ordenó la dependencia es legal.

Los documentos presentados muestran que los motivos por los que cancelaron su funcionamiento están relacionados con que ésta ofrecía servicios no autorizados por la SCT vinculados al despacho y control del vuelos así como de asignación de la tripulación.

Sin embargo, afirmó el abogado, el taller notificó a la SCT una vez que ganó la licitación en 2007 para brindarle mantenimiento al LearJet 45.

“Ellos nos contestaron que por lo que hace al mantenimiento de la aeronave no tenían ningún inconveniente y por lo referente a las cuestiones administrativas y de tripulación no se analizó porque no somos competentes en la materia”, dijo.

Además, argumentó, en relación a los pilotos que manejaban el avión la empresa no tiene ninguna responsabilidad en cuanto a su capacitación porque es la SCT y la DGAC las autoridades que expiden sus licencias.

“No puedo cuestionar un documento público, si a mí los señores llegan y me acreditan con documentos de la SCT que tienen licencia para volar una aeronave de ese tipo y además me entregan sus certificaciones por una escuela validada por la misma Secretaría, yo no tengo por qué poner en duda los documentos que ellos entregan”, afirmó.

Señaló que la suspensión es ilegal porque la Ley de Aviación Civil en su Artículo 81 establece que en el caso de una investigación sobre un accidente aéreo se sancionará hasta que hayan concluido las investigaciones y éstas siguen en curso.

Rangel indicó que su empresa había sido supervisada por la DGAC en ocasiones repetidas y que incluso el 27 de septiembre de este año les habían extendido el permiso para ofrecer más servicios.

Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva ganó la licitación de la SEGOB para operar el LearJet en 2006, la perdió en 2007 y en 2008 la recuperó.

Lamentó que se trate de culpar a los pilotos del accidente cuando ellos están muertos.


Cuatro días después apareció publicado lo siguiente:

Las “mentiras” de Luis Tellez
P. Dávila y R. Vera
PROCESO
14 de diciembre del 2008

Lejos de aclarar las causas del desplome del Learjeat en el que murió el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) enturbia cada vez más las pesquisas. Y en su intento por culpar del siniestro al Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva, la empresa que daba mantenimiento a la aeronave, la dependencia cayó en contradicciones. Ahora es el dueño de esa compañía, Jesús Rangel, quien asegura que Luis Téllez miente en su dictamen técnico y continúa poniendo obstáculos a las investigaciones.

Jesús Rangel Quintero, dueño de la empresa que daba mantenimiento al avión en el que murió el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, afirma categórico:

“Ese Learjet 45 sí tenía activada la caja negra con los datos aeronáuticos. No sé por qué las autoridades dicen que la caja estaba desconectada. No lo entiendo”.

Asegura Rangel que, a fines de octubre pasado -pocos días antes del siniestro-, el avión recibió su último mantenimiento en el taller de Standard Aéreo, localizado en el Aeropuerto Intercontinental de Houston, Texas. Fue ahí donde se revisó la caja negra.

“En ese taller les hicieron pruebas a las dos cajas negras -la de datos aeronáuticos y la de la grabadora de voz-. Y ambas salieron bien. Para inspeccionarlo, al avión lo desarmaron completamente. Le hicieron un servicio mayor. No podían dejarlo sin haberle revisado algo tan importante como esa caja negra. ¡Por supuesto que la revisaron!”

“Yo mismo, acompañado por un representante de la Secretaría de Gobernación, el ingeniero Jesús Hernández, viajé a Houston para recibir la aeronave el 23 de octubre. En ella nos regresamos a la Ciudad de México, al hangar de Gobernación. Realizamos el vuelo normalmente, sin detectarle ninguna falla”.

Y medio año después de que apareciera la nota anterior, confirmando lo muy “conveniente” que le resultó a la extrema derecha mexicana la prematura e inesperada muerte de Juan Camilo Mouriño en sus planes para continuar consolidando a paso acelerado en México la instauración de un régimen cada vez más cercano a las filosofías extremas de corte dictatorial de la ultraderecha, apareció publicado lo siguiente en el número 1702 de la revista PROCESO:




Calderón lleva al país al fascismo

Jenaro Villamil
Revista PROCESO
14 de junio del 2009

El país “rápidamente se está acercando” a un modelo de Estado fascista ante la mala apuesta del gobierno de Felipe Calderón por “narcotizar la lucha político-electoral”, advierte el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Manlio Fabio Beltrones. E insiste en la necesidad de continuar con la reforma del Estado, o de lo contrario la próxima contienda por la Presidencia podría generar más incertidumbre aun que la pasada. Además, revela un encuentro en el que Calderón, como presidente electo, le propuso al PRI un cogobierno...

En pleno debate sobre la actitud sesgada del gobierno calderonista en la lucha contra el narcotráfico, y en medio de la guerra sucia electoral desatada por el PAN contra el PRI, Manlio Fabio Beltrones subraya, en una extensa entrevista con Proceso, la preocupación de las bancadas del Senado porque “los instrumentos de excepción que el Congreso le ha dado a este gobierno, como son la intervención telefónica, los cateos y el arraigo, están siendo utilizados de manera incorrecta y facciosa”.

Actor de los primeros acuerdos entre el PRI y el gobierno de Felipe Calderón, Beltrones medita cada una de sus palabras. No rompe con la administración calderonista porque confía que “el presidente Felipe Calderón haga un alto en el camino y recupere su visión de estadista de largo plazo”, pero admite que existe en el gobierno federal un “ala dura” que encabeza las posiciones “más facciosas” del panismo.

“Esta política facciosa del gobierno –insiste– ha hecho mucho daño, ha minado la confianza incluso en torno a sus buenos propósitos y la mayoría de los observadores se pregunta: al pasar el 5 de julio, quién va a recoger y a reponer los platos rotos que permitan rearmar los acuerdos de todos los actores del país”, argumenta Beltrones.

El exgobernador de Sonora ubica como fecha determinante del avance de “los duros” del PAN el avionazo del 4 de noviembre de 2008:

“Creo que esa vertical de Felipe Calderón se perdió cuando se desplomó el avión de Juan Camilo Mouriño. Y otro tipo de criterios, más de un jefe de partido que de un jefe de Estado, fueron los que se impusieron. Después de Juan Camilo, los duros del PAN ganaron la batalla e intentaron gobernar. Y en buena parte, por su falta de visión y de respeto a la pluralidad, son quienes encabezan el desastre político y económico al que, parece, nos estamos acercando en el corto plazo”.

–¿Son los más facciosos? –se le cuestiona.

–Estos duros son los que empujaron a Felipe Calderón a simular un gobierno que respeta la pluralidad, cuando en realidad sus acciones lo único que intentan es apoyar a su partido.

–¿Quiénes son esos duros? ¿Germán Martínez?

–Es el protagonista más visible, aunque no debe ser el único de los que están participando en estas decisiones. Le corresponde a él dar la cara, pues es el presidente del PAN.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por fin ayer me di el tiempo para leer todo el articulo, que se cumplio un año del accidente o atentado.

Todo parece muy logico, pero creo que se omitio una parte importante: ¿que vela tiene en este entierro el exgobernador de Jalisco Fco. Ramirez Acuña, secretario de Gobernacion que fue despedido por Calderon para poner en su lugar a su amigo Juan Camilo Mouriño?

Ramirez Acuña goberno el estado donde esta el nucleo duro de la extrema derecha mexicana, la UAG, y seguramente tenia nexos con la familia Leaño e informacion privilegiada que facilitarle, además del hecho que fue defenestrado de su puesto precisamente por Mouriño. Ojalá no tenga algo que ver, se me hace algo sumamente grave, y no creo que sea un asesino a sangre fria, pero el hecho de que fue gobernador de Jalisco y luego secretario de Gobernacion, llama la atención....

jueves, 05 noviembre, 2009  

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